María e Umberto cumplieron un año más de casados y fueron sorprendidos por los enfermeros del hospital Amedeo di Savoia en Turín, Piamonte – Italia que los atienden mientras pelean contra el Covid-19.
Han pasado 56 largos años desde que Umberto y María unieron sus vidas para siempre. Como dictan los votos matrimoniales, ellos decidieron permanecer al lado del otro en la prosperidad y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, y vaya que lo están logrando pues ambos combaten contra el coronavirus. Rodeados de amor y esperanza, la pareja de italianos se juntó para no separarse.
Casados un domingo 5 de abril de 1964, la pareja de ancianos, que actualmente vive en Turín, Piamonte-Italia, festejó su aniversario 56° en medio de una situación dramática: ambos luchan para vencer al coronavirus. Estando en el rango de edad más vulnerable, la batalla que libran contra el COVID-19 es una de las más complicadas que han tenido en toda su vida.
Umberto y María, que se casaron cuando toda Italia oía el romántico tema ganador del Concurso de la Canción Eurovisión Non ho l’età (No tengo edad para amarte) de la cantante Gigliola Cinquetti, formaron una familia estando muy jóvenes. Dándose el sí para siempre, Umberto asumió los roles como esposo a la edad de 22 años; mientras que, María, con 24, se encargaba de las tareas de la casa.
Actualmente Umberto y María, con 78 y 80 años respectivamente, están separados. Ambos padecen coronavirus y se encuentran en cuartos diferentes del hospital. Pero, el personal de la salud médica, sabiendo que son casados y que siempre lo primero que preguntan es por el estado del otro, decidieron darles una sorpresa.
Primero avisaron a Umberto. Llegaron a su habitación y le mostraron el pastel que el personal médico había comprado. Con la inscripción 56° anni insieme, el señor decidió darle la sorpresa a su pareja. Quizá como en sus épocas de joven, se levantó, se preparó y se dirigió al cuarto de María. Ahí ingresó junto a las enfermeras y le mostró el detalle a su amada. Rodando lágrimas por sus ojos, los esposos se miraron tan fijamente como la vez que lo hicieron el día que se casaron.
“Nunca esperé tal cosa. Todavía se puede ver mucha humanidad. Eso no le importa a todas las enfermeras; pero, muchas son buenas con un corazón de oro”, escribió Umberto en una hoja que hizo llegar a todo el personal médico. “Este fue el aniversario más hermoso de los 56 que hemos pasado juntos«, siguió.